Bueno pues; el día 15, Ambarina de buena mañana empezó a echar encima de la cama grande todos los vestidos y objetos que fueran susceptibles de viajar, y poco a poco, tras este primer desalojo de los armarios, fueron trasladándose a la habitación de las chicas, donde está la tabla de planchar y hay más espacio para poner las maletas en el suelo y corre mas el aire por las dos ventanas, que además sirven para ir redistribuyendo lo que va entrando de la cama grande. Lentamente cada maleta fue albergando las cosas imprescindibles en un viaje de quince días.
-Luego verás qué bien te viene cuando pidas los palillos, la aspirina, el peine y el calzador. ¿Y si te manchas un pantalón ¿qué te pones si hace frío? ¿Llevas el perfume, y las cuchillas de afeitar? ¿Llevas el gorro, la gorra y el albornoz? ¿Pues, … y las zapatillas de goma para caminar por los espacios termales?... –me dice y me repite Ambarina cada vez que suspiro (bueno “soplo”) al pasar y mirar de reojo sus idas y venidas.
Mi trabajo, ese día, consiste en asegurarme de la ruta que se ha de seguir, especialmente los desvíos y número de carretera para llegar al balneario, y nada más porque es faena intelectual donde es importantísimo no equivocarse, que requiere sosiego, muchas horas, concentración, tranquilidad; lamentablemente con frecuencia, es una labor muy poco valorada. Lo mismo que el conducir con los cinco sentidos exige reposo físico e intelectual de uno o dos días sin dar palo al agua. En fín, yo sé que esta es una cuestión de pedagogía a muy largo plazo.
Jorge me decía que él hace el viaje hasta Albasit, motivado porque su coche circula en función de la velocidad mantenida, al ser automático el cambio de marchas. Yo he visto que por Marencia hay bastantes kilómetros menos y la carretera es autovía hasta Hollín, y los desvíos es muy probable que no tengan dificultad al ser localidades cabeceras de comarcas de escasa población. La cuestión es que el día 15 tenía confeccionado el siguiente itinerario:
“Salgo por la Falla, rotonda del puente a San Julián y por la derecha del barranco, coger por debajo del puente de la Carretera de Salencia la Autovía que va a Marencia. Hechos unos 70 km., antes de llegar a la capital, desvío a la derecha a Colonia Segura; después Archibuena; luego Pieza, pasado la cual termina la autopista y se convierte en carretera 201 hasta Tollín (Luego comprobaría que en la actualidad ya es autovía desde el primer desvío a Colonia hasta Tollín. Pero bueno). Antes de llegar a Tollín, atento porque está el desvío a la 312, para ir a Leche de la Tierra. No es el nombre de esta localidad la que aparece primero, sino que en la flecha de la 312 pone GUISSON, pero siguiendo esa dirección al final topas verticalmente con la carretera que va directamente a Montaraz, y que antes de llegar a este destino principal, pasas por Monteópar y MALUBRE (que es donde deberían estar los baños pero que no es así, porque el Balneario , ni siquiera está en Berolid sino que cruzado el pueblo, continuar 2 km y a mano izquierda allí está el complejo al que se accede por un camino de 200 metros.”
-Luego verás qué bien te viene cuando pidas los palillos, la aspirina, el peine y el calzador. ¿Y si te manchas un pantalón ¿qué te pones si hace frío? ¿Llevas el perfume, y las cuchillas de afeitar? ¿Llevas el gorro, la gorra y el albornoz? ¿Pues, … y las zapatillas de goma para caminar por los espacios termales?... –me dice y me repite Ambarina cada vez que suspiro (bueno “soplo”) al pasar y mirar de reojo sus idas y venidas.
Mi trabajo, ese día, consiste en asegurarme de la ruta que se ha de seguir, especialmente los desvíos y número de carretera para llegar al balneario, y nada más porque es faena intelectual donde es importantísimo no equivocarse, que requiere sosiego, muchas horas, concentración, tranquilidad; lamentablemente con frecuencia, es una labor muy poco valorada. Lo mismo que el conducir con los cinco sentidos exige reposo físico e intelectual de uno o dos días sin dar palo al agua. En fín, yo sé que esta es una cuestión de pedagogía a muy largo plazo.
Jorge me decía que él hace el viaje hasta Albasit, motivado porque su coche circula en función de la velocidad mantenida, al ser automático el cambio de marchas. Yo he visto que por Marencia hay bastantes kilómetros menos y la carretera es autovía hasta Hollín, y los desvíos es muy probable que no tengan dificultad al ser localidades cabeceras de comarcas de escasa población. La cuestión es que el día 15 tenía confeccionado el siguiente itinerario:
“Salgo por la Falla, rotonda del puente a San Julián y por la derecha del barranco, coger por debajo del puente de la Carretera de Salencia la Autovía que va a Marencia. Hechos unos 70 km., antes de llegar a la capital, desvío a la derecha a Colonia Segura; después Archibuena; luego Pieza, pasado la cual termina la autopista y se convierte en carretera 201 hasta Tollín (Luego comprobaría que en la actualidad ya es autovía desde el primer desvío a Colonia hasta Tollín. Pero bueno). Antes de llegar a Tollín, atento porque está el desvío a la 312, para ir a Leche de la Tierra. No es el nombre de esta localidad la que aparece primero, sino que en la flecha de la 312 pone GUISSON, pero siguiendo esa dirección al final topas verticalmente con la carretera que va directamente a Montaraz, y que antes de llegar a este destino principal, pasas por Monteópar y MALUBRE (que es donde deberían estar los baños pero que no es así, porque el Balneario , ni siquiera está en Berolid sino que cruzado el pueblo, continuar 2 km y a mano izquierda allí está el complejo al que se accede por un camino de 200 metros.”
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